26.1.11

Sobre las otras y nos-otras




Esta pequeña reflexión no trata de hacer un “ranking” del sufrimiento, o de ver qué colectivx dentro de la sigla L-G-T-T-T-B-I-Q, es más o menos oprimido y explotado. Se trata, nuevamente, de la sistemática invisibilización y escasa atención de las sucesivas violencias a las que están expuestas las personas trans y travestis en Argentina. Tiene que ver, también (a modo de auto-crítica), con que en este mundo, lamentablemente, a veces parece que sólo cabe el nuestro propio y el de nuestras pares. Y si del problema de otras se trata, que ellas se ocupen.
Por eso, decidimos hacer hincapié en uno de los valores fundamentales que guían nuestro activismo y reflexión: la llamamos solidaridad, entendida como la acción de poder trascender situaciones particulares y reconocernos a la vez en éstas, que lejos de ser ajenas, nos atraviesan para dar cuenta de nuestra propia humanidad.

Por otro lado, que esto tampoco se confunda con la típica crítica acerca de cuán autorizadas estamos para hablar sobre las otras. No se trata de pedir permisos, pero si de respeto mutuo. Además, claro que hablamos por nuestra diferencia, pero también hablamos de la diferencia de las otras, y eso no significa tutelaje. Significa, sencillamente, que nos vemos en la necesidad y urgencia de visibilizar las voces que hoy se encuentran encarceladas, y por ellas nos solidarizamos. Porque también son nuestras compañeras, y nos re-conocemos en sus luchas y demandas, aunque murallas identitarias nos separen. Esas, por suerte, a la hora de la acción, ya las abolimos e intentamos cada vez más, construir puentes.
Hablamos de las compañeras trans y travestis que hoy se encuentran privadas de su libertad en las cárceles bonaerences y federales, porque si no lo hacemos nosotras, nadie más lo hace, y si no lo hacen ellas, nadie lo hará por ellas. Como pasó con Natalia Gaitán. 
 
Son esos momentos, en los que deseamos, desde lo más profundo, que esas murallas identitarias no signifiquen encierro, que no nos separen, sólo que nos distingan para poder así, reconocernos otras y en las otras, que también, somos nos-otras mismas. Son esos momentos en los que necesitamos articulación en la acción y discusión colectiva, porque la situación es tan urgente que requiere de una movilización inmediata. Las compañeras trans y travestis presas tampoco pueden esperar.

No se trata ésta, de una lucha aislada y particular desentendida de las luchas por el resto de las personas que hoy se encuentran en situación de cárcel, que están en igual o peores condiciones, al borde del suicidio o la muerte donde lo que rige es la ley del más fuerte. Está claro que es la misma lucha. El problema central es que si no visibilizamos, una vez más “la diferencia”, es decir, la especificidad de esta situación que viven, no se la ve, y en consecuencia, no se la lucha. Desaparece, desaparecemos y nos desaparecen, una vez más. 

Entonces, el problema no es sólo la situación carcelaria, que de por sí implica la anulación de la libertad y la consiguiente vida en condiciones de encierro, sino que ésta, se ve terriblemente agravada nada más y nada menos que por existir en un género identitario transgresor de “la norma”: ser travestis, transexuales, transgéneros, o simplemente trans, entre otros tantos posibles nombres, es lo que las distingue, las diferencia y las expone. Es allí donde radica esa crucial “diferencia”, que en el marco de un perverso sistema carcelario, se encarna de la forma más cruel, transformando esa “diferencia” en desigualdad, sometimiento, y finalmente, en una doble anulación de sus derechos básicos como humanas: la libertad de ser (el derecho a existir desde la propia identidad y el libre desarrollo de la personalidad y sus diversas expresiones), y la libertad de nombrarse (el derecho al nombre propio), dos aspectos básicos de los derechos humanos de las personas. Pero no acaba ahí, como si ya no fuera suficiente, a esto le sumamos el maltrato, hostigamiento, manoseos, acoso, violencia y tortura sexual, física, psicológica y simbólica, torturas varias, entre muchas otras igualmente violatorias de sus derechos como humanas. 

De manera que en la actualidad, solidarizarnos en particular con las compañeras trans y travestis en situación de vulnerabilidad carcelaria, es un paso hacia la construcción de otro mundo, donde predominen otros valores, otra humanidad, y donde el encierro se convierta en libertad. En ese camino estamos, hilando solidaridades, multiplicando afinidades, desbordando las fronteras de las privilegiadas normalidades, construyendo con otras y desde nosotras mismas las tan anheladas libertades.


salut, amor y (A)legría

22.1.11

El Estado de Inseguridad


Cuando hay lágrimas, hay llanto, hay pena.
Cuando hay muerte, hay dolor.
Cuando tenemos miedo, hay angustia.
Es angustia incontenible.
Es angustia paralizante, nos ahoga.
Cuando nos ahogamos, respiramos profundamente.
Cuando el miedo nos inunda, tratamos de nadar y respirar hondo.
Ese aire viciado.
En el fondo estamos, pero el fondo del problema no vemos.

La “inseguridad”.
Hoy es la inseguridad de estar vivxs en este mundo.
La inseguridad es creer que mi libertad depende del encierro del otrx.
La inseguridad es tener miedo hipócrita, individualista.
La inseguridad es respirar aire contaminado, viciado.
La inseguridad de hoy es estar segurxs de que estamos muertxs en vida.

La “inseguridad”.
Yo no creo en la inseguridad.
A pesar de que todxs hablen de ella.
La “inseguridad” me da asco.
Me suena a discurso podrido.
Me da ganas de explotarlo todo.
Porque a mí sí me tocó la “inseguridad”.
Me la mandó esta sociedad podrida.
Está en sus entrañas, y es difícil de sacar.
Se instala causando muertes.
Y cuando hay muerte, hay dolor.
Porque compañerxs míos, estamos en guerra.
Me la declararon desde que nací y me dijeron que soy mujer.
Me la declararon desde que mi libertad tenía un límite: la cárcel.
Me la declararon desde que un amigo fue fusilado por este sistema capitalista
desigual y terrorista.
Que hace que nos ahoguemos en el terror.
Estado terrorista.
Que hace que convivamos con el miedo como si parte de la naturaleza humana fuera.
Que tengamos ese miedo hipócrita.
Ese que nos individualiza en vez de colectivizarnos.
Ese que nos encierra en vez de liberarnos.
Ese que nos opone en vez de solidarizarnos.
Pero por más que quieran asustarnos,
nosotrxs no tenemos miedo.










No tenemos miedo a la muerte, porque ya nos mataron de antemano.
Estamos muertxs en vida.
¿acaso es tan difícil de pensarlo, de sentirlo?
¿acaso no sabemos de que lado estamos?

A mi me mataron cuando era chiquita con todas sus normas.
A otrxs porque lxs dejaron solxs desde chiquitxs, abandonadxs.
A ellos porque los inundaron de precariedad, indignidad.
A nosotras porque nos obligaron a prostituirnos, nos violaron.

Claro que estamos en estado de inseguridad social.
Estamos en peligro de extinción constante porque parece que nadie nota que nacimos en un mundo podrido de cárceles, desigualdad, heterosexismo, violencia machista, discriminación, racismos, genocidios, femicidios, milicos y dictaduras.
Claro que estamos insegurxs de vivir en este inmundo sistema social.
Insegurxs de que la moda es que la seguridad cueste vidas.
La inseguridad es otra cosa a la que dicen.
Inseguridad es el Estado Proxeneta.
Inseguridad es el Sistema Policial.
Inseguridad es el Sistema Carcelario Mundial.
Inseguridad es el Sistema Bancario Internacional.
Inseguridad es el Sistema Prostitucional y de Redes de Trata de mujeres y ninxs.
Inseguridad es el Capitalismo salvaje.
Inseguridad es este Sistema Total, Totalitario.

Por todo esto nos declaramos en resistencia.
Nos declaramos en estado de guerra.
Y nuestra mejor arma, es el amor a la libertad.

*** *** ***

Quien les escribe es amiga y vecina de Fabián Esquivel, fusilado el martes 18 de Enero de 2011 por el Sistema Social en que hoy vivimos Es el caso conocido en los medios de comunicación como: el crimen de Fabián Esquivel en manos de un menor inimputable. Y por el cual se reabrió el debate sobre la aprobación de la Ley de Baja de Imputabilidad. Repudio públicamente las declaraciones del neofascista de Mauricio Macri, del Radicalismo. Pero acá no hay individualidades abstraídas del mundo en que nacemos, o como les dicen, “pibes chorros” o “menores delincuentes”; acá hay estructuras sociales violentas que expulsan del sistema social a, como mínimo, la mitad de su población que vive en condiciones indignas de pobreza y bajo la tutela estatal. Estado que funciona, con suerte, como parche más que como resolutor de problemas.


De manera que de algo sí estoy segura: Yo no quiero más leyes del terror, ni leyes represivas ni baja de la edad de imputalidad porque la “inseguridad” no se resuelve con más violencia, más cárceles ni más milicos. Esas leyes son, ni más ni menos, que otra forma de la violencia. Porque ningún pibe nace chorro, y porque ellxs no son “peligrosos”, al contrario, están en peligro, así como lo estamos todxs mientras sigamos siendo cómplices de un sistema que sigue, en sus raíces, estando plagado de las normas del miedo y del terror. La “inseguridad” no es otra cosa que la inseguridad que promueve un sistema que, a menos que nos hagamos cargo, está basado en la muerte del “otrx” diferente, excluídx. Por eso hoy, me declaro en resistencia, en estado de guerra permanente.

20.1.11

La Plata Avalancha de motores en la madrugada


Por Bruno Viera

Desde que estoy en La Plata las noches de jueves y domingos están pobladas por los zumbidos estremecedores de las motos de un grupo de vecinos que sale después de la medianoche a recorrer la ciudad, a tomar la noche y ocuparla. Escuché que golpeaban a las travestis y trans, moviéndose en pandillas de motos. La primera vez que me los crucé personalmente la sangre se me heló. Ocupaban todo el espacio sonoro y la calle. Las luces me encandilaban y el aire vibraba aturdido con sus motores. Poco antes, alguien pasó en bicicleta advirtiéndome que vendrían tirando piedras. Desde ese momento, esas madrugadas me suenan a noches de terror, a la violencia más descarada, a desamparo e impotencia. No quiero ignorar sus ruidos ni incorporarlos como parte del paisaje.
         “De la una de la mañana a las tres de la mañana, las horas en las que andaban los motoqueros no se veía un solo patrullero”, me cuenta Andrea, la referente de la Asociación por la Identidad Sexual Platense (AISP). La organización que nuclea a travestis y chicas trans nació a partir de la situación de vulnerabilidad en general, pero especialmente por la emergencia de los motoqueros. “Pasaban los motoqueros, cerraban las esquinas con sus motos y hasta los vecinos se metían para defendernos”, agrega Andrea para darme una dimensión de las primeras golpizas. Las agresiones que tuvieron que soportar iban desde el amedrentamiento a través del sonido y el estruendo de sus máquinas, hasta a agresiones verbales, robos y golpes de puños, con piedras y cadenas.

         Hace tres años que los recorridos de los motoqueros forman parte de La Plata. Nadie que viva acá y haya pisado la noche cerca del barrio El Mondongo puede decir que no ha escuchado sus recorridos. El estruendo de sus motos no es tanto por el tamaño de los vehículos, si no por la cantidad: son 50 o 70 motos juntas.
         Cuando escuchás la palabra “motoquero” se te viene a la cabeza la imagen clásica de un rebelde sin causa, sobre una moto choppera grande, con ropa de cuero y con muchas horas de gimnasio y de mecánica sobre el “fierro”. Pero estos otros no se parecen a esos motoqueros del amor a los “fierros” o al estilo de vida. Aún así mantienen códigos comunes. El arreglo o el tunneo más distinguible que le hacen a la motos es que le sacan o sueltan el silenciador del caño de escape. Un código familiar que hace que una moto chica de baja cilindrada suene muy potente, o que el escape golpeé como disparos, y que 20 motos parezcan una avalancha de motores.
         Una sola de estas motos en la Plaza Matheu a las 7 de la tarde, no es impactante. El conductor es un vecino más a lo mejor se suma a la impunidad durante la noche, cuando la oscuridad lo proteja y el número de motos le proporcione la tranquilidad para atacar a otrxs que circulan también en la noche, a la intemperie, con escasa o nula posibilidad de defenderse o de lograr que sus derechos se cumplan durante el día. Así es como los ataques a las travestis, trans y las mujeres trabajadoras sexuales entran en el recorrido de los motoqueros.        
         Las quejas son pocas. Buena parte de los vecinos se queja por el ruido de las madrugadas, cuando ellos están durmiendo o al menos tratando de hacerlo. Las crónicas de los diarios suelen ubicarlos en el afuera de la sociedad platense: cuando los mencionan les quitan el estatus de vecinos y los tratan como bárbaros extraños.
         La máxima expresión de brutalidad de la que se hicieron eco los medios de comunicación fue el atropello de otro motociclista que esperaba a que cambie un semáforo. Sucedió el 22 de mayo de 2009 en la esquina de 7 y 46. “Fue la primera tragedia atribuida a las `bandas` de conductores de motos que `toman por asalto a la ciudad` en medio de la noche y que ya acumulaban denuncias por disturbios desde hace meses”, indicó el diario Clarín. La víctima fue Diego Sconza, a quien pasaron por encima matándolo en el acto, a la 1.30 a.m mientras estaba a bordo de su motocicleta vieja DKM. La gente empezó a mandar cartas de lectores a los medios para repudiarlos. Envió videos. Las voces sin embargo parecían reclamar porque habían atropellado a un “ciudadano legítimo”. Nada se oyó en el mismo tono de las veces que esos motoqueros circularon atormentado a las chicas en la calle, ni de los golpes que travestis y trans tuvieron que soportar por parte de estos vecinos en moto.
         Hubo alrededor de veinte motoqueros involucrados cuando atropellaron a Diego Sconza. Dos fueron demorados y quedaron sueltos al día siguiente, imputados finalmente de “homicidio culposo”. Las repercusiones de ese primer crimen terminaron con un descargo público de otro grupo de motoqueros, “los fierreros”, que se desidentificaron del grupo de los jueves. Hubo una medida de la policía y de Control Urbano aumentando los controles vehiculares.

         Después del asesinato, algo cambió. Los recorridos se hicieron más erráticos: ya no tienen un punto de reunión planificado, pero mantienen las rondas. Salen a las doce, el sonido de los escapes y los mensajes de texto los ayudan a ubicarse, y a la columna que arranca se le van sumando rezagados. Según dice la policía, disminuyó la cantidad de menores que participa del grupo. Otro dato es que no se identifican públicamente: no tiene una agenda, ni reivindicaciones. Hasta ahora los he escuchado ser identificados como los “motoqueros de los jueves” o “los motoqueros del bosque”, porque comenzaron a concentrarse en torno a las picadas de autos que se realizaban en el Bosque de La Plata, alrededor del 2007. Si bien no es cierto que sólo salgan esos días, jueves y domingos son las noches en que inundan indefectiblemente esa parte de la ciudad con los zumbidos de sus motores y los disparos de sus caños de escape.
         En los relatos que fui escuchando en los últimos meses, empecé a notar que comenzaba a filtrarse como parte de una anécdota, la violencia que las travestis y las chicas en situación de prostitución tuvieron que soportar con la aparición del grupo. Las chicas de AMMAR (Asociación de Meretrices) y AISP, me hablaban de la impunidad que la policía les dio a los motoqueros y la hipótesis de que se haya liberado la zona.
         Las mujeres trans, travestis y trabajadoras sexuales de La Plata están organizadas desde el año 2000, primero con AMMAR La Plata, dentro de la CTA. Comenzaron denunciando la violencia policial, otra de las violencias conocidas de las chicas. Pero en 2007, visibilizaron las acciones del grupo de motoqueros. Hicieron denuncias públicas, marchas y presentaciones judiciales. Con los reclamos, los motoqueros no pararon de circular pero ya no las molestan. “Ahora intentamos no salir”, dice Andrea. Porque aunque no las golpean, los amedrentamientos están: “Se acercan de a varios –agrega-- y te dicen que te van a robar”.
         La urgencia frente a los motoqueros, permitió reactivarlas. Volvió a reunirlas en la casa de una compañera. Hicieron una convocatoria a través de volantes y con el “boca en boca”, una metodología tal vez mucho más efectiva para la circulación de información entre ellas, de esquina a esquina, en las diagonales y calles. Eran diez en la primera reunión, con la idea de formar un grupo de ellas mismas.
            “Tener una organización con personería jurídica y una coordinadora facilita el acceso a los preservativos del Ministerio de Salud”, me explicó Andrea. Además se presentaron posibilidades de encontrarse con proyectos de salud, o con el trabajo con grupos de la Facultad de Periodismo de la Universidad de La Plata, con quienes cuentan para casi todas sus actividades y con la Secretaria de Derechos Humanos de la Provincia. Empezaron a participar de talleres de prevención de infecciones sexuales y del VIH, y lograron recibirse como promotoras de salud.
         Andrea toma su trabajo como lugar de referencia necesario para poder gestionar tanto los vitales preservativos como talleres, haciendo recorridos semanales. Siempre varía la cantidad de chicas que se acercan y que están activando y siempre está ella, a quien contacté cuando empecé a escuchar de las motos.
         Hace un año AISP terminó de formarse y se afilió a la CTA. “Pero todavía es difícil ir abriendo camino, aún entre compañeros de lucha”, dice Andrea. El día de la afiliación el secretario general vio los papeles del grupo. “No”, le dijo a Andrea. “Yo acá no me meto, dáselo a ella”, y señaló a una compañera. Andrea se ríe. “Logramos que nos conozcan… que nos den un lugar, que nos dejen abiertas las oficinas, que nos dejen usar la cocina”. Antes ni siquiera se animaban a pedir permiso pero eso cambió. “Al comienzo venían y te decían ‘hola campeón’, ahora ya pasó a ser ‘Andrea, la coordinadora de AISP’”, me dice.
            Ellas saben que estar en la CTA les permite conseguir asesoramiento legal, formarse y tener cierto apoyo frente a cuestiones urgentes como fueron las denuncias sobre los motoqueros o el actual y eterno hostigamiento policial. En la calle, ellas se van haciendo cargo de a poco de que pueden reclamar sus derechos, y una organización como ésta les permite estar más respaldadas. Andrea cuenta que aún así es difícil mantener el vínculo con la organización. Muchas descreen en las organizaciones políticas.
            Además de las urgencias, trabajan con problemas de fondo: el hecho de que la única salida sea la situación de prostitución. AISP busca también comenzar a reparar o emparchar la falta de acceso a la educación. Y el laburo que vienen haciendo va teniendo repercusiones en la comunidad travesti. Las chicas trans, me dice Andrea, “tienen que hacer valer sus derechos y cuando necesitan, aunque sea una urgencia saben que pueden contar con vos”.
         Hace unos jueves que se ve a Control Urbano y algunos patrulleros pasando con las luces titilantes en la esquina de 1 y 66. Algún que otro auto solitario, un taxi más allá, una luz roja en el portón celeste de la esquina, siempre disimulado en el día, un grupo de motos rezagadas que pasan rápido por calle 1 hacia la diagonal, casi como una burla.
         Hay más luces en Plaza Matheu. El reordenamiento urbano va desplazando las zonas más rentables hacia estos lados de La Plata. Cuando llega el jueves, ninguna de las chicas sale, ya ni corren el riesgo, es otro día tomado, otra noche robada para ellas. La mayoría de los vecino parece quejarse más allá de sus paredes.

16.1.11

Juana Rouco Buela - ANARQUISTA

...recuperando a nuestras antepasadas! nuestra historia.
Fragmentos de una entrevista a Elsa Calzetta y su trabajo tras los pasos de Juana Rouco Buela, link con audios de la entrevista en:
http://www.despertandoalilith.org/?p=40

Sobre Nuestra Tribuna

Juana Rouco Buela llega adolescente desde Madrid con su hermano, , desde los quince años de edad, ya se destaca en las luchas libertarias.
En 1904 es figura central del anarcosindicalismo argentino de tendencia feminista, dirige la palabra durante la manifestación del 1 de mayo, durante el mitín convocado por la FORA.
En 1907 junto a Virginia Bolten, Teresa Caporaletti y María Collazo, organizan el Centro Femenino Anarquista. Paralelamente, en Rosario, se funda el Centro Femenino Anarquista “Luisa Michel”, en memoria de la revolucionaria francesa que participó en la Comuna de París en 1848. Juana Rouco y María Collazo son oradoras durante la masiva marcha organizada por el comité de la histórica Huelga de Inquilinos protestando por el alza de alquileres y desalojos de los conventillos. Esta huelga tuvo la adhesión de 100 mil personas, la mayoría obreros/as. Fue reprimida a sangre y fuego. A raíz de su participación, el gobierno aplica la Ley de Residencia para expulsar a varios dirigentes anarquistas por su condición de extranjeros, como María Collazo y Virginia Bolten, uruguayas, y Juana Rouco Buela, española que es deportada a Europa.
 

Tiempo después regresa al Río de la Plata, recalando en Uruguay.
En 1909, en Uruguay Aparece el periódico anarquista La Nueva Senda, fundado por Virginia Bolten, María Collazo y Juana Rouco Buela y un equipo de anarquistas varones.

Por haber sido oradora en un mitin en repudio al fusilamiento en Barcelona, del educador español Francisco Ferrer, sufre nuevas persecuciones. Ante una redada policial frente a su casa se escapa disfrazada con ropa masculina. Su creatividad le permite salir de Colonia vestida de riguroso luto, con lacara cubierta por un velo a la usanza de la época y una niña en brazos.
En Argentina una huelga general convocada por la FORA, provoca una represión desatada contra los dirigentes más combativos, entre ellos, Juana Rouco. Ella es detenida y entregada a Montevideo bajo el pedido de extradición.
Luego de permanecer casi un año en prisión, obtiene su libertad bajo fianza, volviendo nuevamente a las filas anarquistas uruguayas, sin interrumpir su militancia hasta 1914.
En este año planifica radicarse en París, es descubierta en el barco en que viaja hacia Europa en forma ilegal y desembarca en Brasil. Se instala en Río de Janeiro durante tres años, alternando su oficio de planchadora con su activismo en el mundo intelectual y obrero carioca.
Tres años después regresa a Buenos Aires, y comienza su intervención en huelgas que estallan en forma constante. El clima de violencia en las luchas sociales alcanza su expresión más álgida durante la Semana Trágica. Junto con su compañero José Cardella, desarrolla charlas por distintas ciudades del interior del país, las cuales le permiten ser reconocida por su desempeño múltiple: dirigente sindical, oradora, escritora y es feminista, aunque mantuvo diferencias con los movimientos feministas.

En el año 1921 un grupo de mujeres encabezadas por Juana Rouco Buela, funda el Centro de Estudios Sociales Argentino, el que da nacimiento al periódico anarquista de “Ideas, Arte, Crítica y Literatura” Nuestra Tribuna (1922-1924).
Es la primera publicación anarquista de carácter internacional. A igual que La Voz de la Mujer, recibe muchas críticas y suscita una polémica entre los círculos anarquistas. La publicación también afronta dificultades financieras y la negativa de la imprenta a seguir imprimiéndola, por las amenazas de la policía. El último número aparece en noviembre de 1923. Juana Rouco y su familia deben abandonar Buenos Aires.
En 1924 En la localidad de Tandil, reaparece el 1 de noviembre Nuestra Tribuna, aunque por un tiempo corto. Afronta muchas dificultades. El local del periódico es atacado a balazos por un grupo opuesto a las ideas de la publicación. Sale de la circulación.
Al año siñguiente se publican solo tres numeros, 1925-1936-1939) con la Guerra civil Española reaparece Juana Rouco Buela, organizando con otras mujeres de diversos partidos políticos yagrupaciones feministas, formas alternativas de ayuda a la causa republicana.
En 1964 escribe y se publica su autobiagrafia Historia de un ideal vivido por una mujer 1968. Fallece a los 80 años de edad, en 1968.

En el año 2000 a partir de un grupo de investigación Elsa Calzeta, comienza el que fue un largísimo camino tras las huellas de Juana Rouco , para culminar con el libro “NUESTRA TRIBUNA- Hojita del sentir anárquico femenino” que tiene por objetivo desenterrar los quincenarios, desparecidos en nuestro país, que fueron escritos íntegramente por mujeres y circularon entre 1922 ya 1925
.

Fuente:
http://testella.blogspot.com/2007/04/juana-rouco-buela.html

3.1.11

DENUNCIAS POR EL AGRAVAMIENTO DE LAS CONDICIONES DE DETENCIÓN DE YÉSICA GONZALES FRANCO EN LA UNIDAD Nº 21 DE CAMPANA - Prov. Bs As.


3 DE ENERO DE 2011

COMUNICADO DE PRENSA



Hoy 3 de Enero de 2011 fuimos notificadxs por Yésica Gonzales Franco sobre el agravamiento de las condiciones de su detención en la Unidad Nº 21 de Campana, a la cual fue recientemente trasladada y en la que se encuentra en situación de “tránsito” debido a que ya tiene emitida la orden para ser trasladada a la Unidad Nº 16 de Junín de régimen abierto en comisión común.

Desde la Coordinadora por lxs trans presxs, diversos espacios colectivos y organizaciones sociales y políticas nos manifestamos en solidaridad con Yésica Gonzales Franco, trasmitimos y acompañamos sus denuncias que detallamos a continuación.

Exigimos que se atiendan las denuncias de la compañera Yésica y se tomen las medidas necesarias para efectivizar su inmediato traslado a la Unidad Nº 16 de Junín debido al estado de agravamiento de las condiciones deplorables de su detención, y a la violencia a la que es sometida por su condición de ser una persona transgénero. Hace más de una semana que se encuentra en la Unidad Nº 21 de Campana en situación de tránsito en el área de sanidad expuesta al empeoramiento de su salud física debido a que en ese mismo lugar hay personas con tuberculosis, y con el agravamiento de que no sólo se encuentra lesionada sino también que hace unos días le notificaron que es portadora de VIH y no recibe hasta el momento ningún tipo de tratamiento o medicación.

En caso de no recibir respuestas ni de su Juzgado o de los Directivos del Servicio de la correspondiente Unidad, procederá a declararse en Huelga de Hambre ya que en sus propias palabras dice: “...no voy a desistir de esta situación hasta terminar internada en un hospital, (…) estoy muy mal psicológicamente porque yo hace unos días estuve internada por haberme cortado las venas por haberme enterado que tengo HVI a raíz de la violación en el Penal de Sierra Chica” y reafirma que “...por las condiciones en las que estoy antes de permanecer un minuto más acá yo prefiero que me saquen al hospital a internarme”. La situación de aislamiento en la que se encuentra es agravada por la poca o nula atención médica y la negación de parte del servicio a acceder a llamadas telefónicas con los familiares.

Así mismo, Yésica exige ser trasladada en “Comisión Especial” debido a las denuncias realizadas durante el año 2010 por los abusos y distintos tipos de discriminación y malos tratos ejercidos por los agentes encargados de los traslados en “Comisión Común”.

En suma, dada la situación de aislamiento en el área de sanidad y el ensañamiento de parte del personal del servicio penitenciario hacia su persona, y dado que ella se encuentra en una Unidad de máxima seguridad a pesar de que cuenta con el artículo Nº 100 que la habilita a estar en un régimen abierto, como en el que se encontraba desde hace unos meses, en la Unidad Nº 11 de Baradero, exigimos que se atiendan de inmediato estas denuncias y se la traslade a la Unidad Nº 16 de destino para que sus graves problemas salud puedan ser atendidos con urgencia y seriamente.


Dejamos la foto de Yésica, a pedido de ella.
Agradecemos la difusión de esta información.

COORDINADORA POR LXS TRANS PRESXS